Los llamados chiriperos son los protagonistas de esta vía pública.
Abril de 2010. Los puentes peatonales ya no son solo un pase de seguridad para las personas que deben de cruzar varias veces al día una avenida o carretera. Son el lugar perfecto para quienes ofertan artículos a los peatones que utilizan este medio vial.
Los vendedores ambulantes de los puentes peatonales de Santo Domingo Este son una de las características principales de estos lugares. La venta de artículos insólitos como son ropa interior, pasta dental, crema corporal, jabón, maquillaje, entre otras mercancías, son las que personifican a estos vendedores.
Yelinna Michelle, de 22 años, y de nacionalidad haitiana, tiene dos años establecida en el puente peatonal del Farolito en la autopista Las Américas. Michelle dice: “Yo no vender mucho aquí arriba, pero el ayuntamiento no me deja vender en la cera”. La preocupación de esta vendedora es tener su espacio para vender aunque las ganancias no sean del todo lucrativas.
“Yo le compro mentas a los paleteros porque de esa manera no tengo que entrar a un colmado sino, que lo consigo mientras paso el puente” declaró Juliana Vega, estudiante de Administración de Empresas de la Universidad Tecnológica de Santiago (UTESA) quien pasa dos veces al día el puente peatonal de Las Américas.
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